lunes, 5 de marzo de 2007

It fell and it broke

Y así es como rompí mi cámara de fotos. La verdad es que es tener mala suerte, porque estaba metida dentro de su funda, una funda bastante rígida y que yo creía que la protegía. Además, era la primera vez que se me caía y la altura era muy poca.

Bueno, pues con todo, su pantalla se rompió, y y rompió por dentro, no rompió por fuera. Simplemente no se ve nada en la pantalla, se ve blanco y las lineas de rotura.

En un primer momento me costó asimilar la noticia, creo que no me lo creía.

Sin embargo cunado lo asumí me encerré, dejé de hablar y dejé que la tristeza me invadiese. Porque eso era lo que sentía, una inmensa tristeza.

Por una parte no quería darle demasiada importancia, sólo es algo material, lo verdaderamente importante son las fotos que he sacado con ella.

Por otra parte no quería ponerme en el otro extremo, en el de quitarle tanta importancia que se convirtiese en algo como "bueno, pues ya me compraré otra, total..."

Quería estar, debía estar, en un punto intermedio. Sé que tiene solución, si la reparación es muy costosa no se reparará y se comprará otra en algún momento.

Pero estar en ese punto intermedio tampoco me ayuda. Tengo un disgusto bastante grande y sigo muy triste.

Tengo asociada a ella el hecho de que conseguí sacarla conmigo y pararme en mitad de la calle ha hacer esa foto que estaba viendo. Además está Él, está su insistencia porque la comprase y porque la sacase conmigo. Supongo que tengo recuerdos asociados a ella de los que no quiero desprenderme.

Además, la cámara me gusta y es un modelo que ya no venden. El siguiente modelo es prácticamente igual, sin embargo su precio es bastante más elevado y ahora ya me da miedo comprar otra y volver a perderla.

Que frágiles con todas las cosas y cuan rápido las puedes perder.