¿Happy? Birthday

Dentro de poco se cumplirá un año de un desagradable incidente bajo mi punto de vista.

El incidente tuvo que ver con una persona a la que aprecio mucho y por la que sufría bastante en aquellos momentos y en los días posteriores.

Nunca se me olvidará la cara con la que me buscó y me miró como preguntándome qué pasaba o si era una broma o de verdad.

Pero bueno, el fin de este texto no es hablar de este suceso, aunque sí es su origen.

De pequeña nunca celebré mis cumpleaños de forma "normal". Siempre los celebraba con mis padres y mi abuela. No fue hasta bastante más tarde cuando comencé a celebrarlos con más gente y a ir a cumpleaños de otras personas.

Puede que sea por esto por lo que no me gustan demasiado las reuniones multitudinarias para celebrar mi cumpleaños... por eso y porque no soy nada social :P

No me gusta ser el centro de atención y no lo paso nada bien cuando me dan los regalos, porque no soy nada expresiva en esas situaciones y entre tanta gente, y sé qué es lo que se espera que haga.

Pero realmente tampoco quería hablar de esto, quería hablar de los cumpleaños en general.

El otro día entregué un regalo y fue realmente emocionante, lo disfruté y me ilusionaba hacer ese regalo.

Sin embargo, esto no me pasa siempre, se está perdiendo la ilusión, la sorpresa, la emoción.

Cada día estoy más cansada de la organización de compra de regalos. Me gusta sorprender a la otra persona, me gusta darle algo que la ilusione de verdad y que no se espere.

No me gusta nada el hecho de simplemente poner dinero para un regalo.

Cuando se comienza a organizar la compra de un regalo y se avisa a una cierta cantidad de personas, puede que alguna de ellas no quiera participar, por la razón que sea, pero ya se siente presionado a hacerlo. Puede que luego ni siquiera participe en la elección del regalo, ni en su compra, simplemente aporte dinero.

Yo ni siquiera creo que sea necesario gastar dinero. Pueden hacerse muchas cosas para demostrarle a una persona que la quieres, que la aprecias o que quieres que tenga un momento de felicidad.

Los cumpleaños están perdiendo la sorpresa, por eso es divertido cuando un regalo llega con mucho retraso o cuando un regalo llega por adelantado. Porque ahí hay sorpresa y más aun si el regalo gusta de verdad y lleva sentimiento.

Realmente me estoy planteando dejar de comprar regalos en grupo en determinadas ocasiones.

No me gusta hacer distinciones entre personas, pero hay algunas de ellas a las que no la conozco lo suficiente como para encontrar algo adecuado que regalarles ni algo que provoque algo más que un "m gusta, muy bonito".

La cosa no es nada sencilla ¿qué debería hacer en las ocasiones en las que no conozco a la persona lo suficiente como para regalarle algo que la ilusione? ¿Hago lo que critico o simplemente no regalo nada?